martes, 27 de octubre de 2009

Galletitas

GALLETITAS

A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.

Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.

Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos de andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente

La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca un galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.

Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita.

La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.

El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.

Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. “No podrá ser tan caradura”, piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.

Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.

-¡Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.

-De nada – contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.

El tren llega. Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: “Insolente”.

Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas....¡INTACTO!GALLETITAS

A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.

Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.

Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos de andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente

La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca un galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.

Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita.

La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.

El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.

Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. “No podrá ser tan caradura”, piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.

Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.

-¡Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.

-De nada – contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.

El tren llega. Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: “Insolente”.

Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas....¡INTACTO!
Jorge Bucay

viernes, 23 de octubre de 2009

Quiero

QUIERO

Quiero que me oigas, sin juzgarme.

Quiero que opines, sin aconsejarme.

Quiero que confíes en mí,sin exigirme.

Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mí.

Quiero que me cuides, sin anularme.

Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mí.

Quiero que me abraces, sin asfixiarme.

Quiero que me animes, sin empujarme.

Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mí.

Quiero que me protejas, sin mentiras.

Quiero que te acerques, sin invadirme.

Quiero que conozcas las cosas mías que mas te disgusten,

que las aceptes y no pretendas cambiarlas.

Quiero que sepas, que hoy,

hoy puedes contar conmigo.

Sin condiciones.

JORGE BUCAY.

sábado, 17 de octubre de 2009

Nuestros comienzos con... Jorge Bucay

Nos hemos iniciado en el uso del ordenador, siguiendo pequeños pasos: manejo del teclado y del ratón, creación carpetas personales y uso del procesador de texto. Para el conocimiento y uso de herramientas básicas del procesador de textos se hace necesario escribir textos. Durante esta primera Unidad Didáctica, los textos que hemos escrito y guardado en nuestras carpetas han sido tomados del autor Jorge Bucay. De este modo, a la vez que nos iniciamos en el uso del ordenador hemos conocido parte de la vida y obra de Bucay. En las siguientes entradas, podrán ver prueba de ello.

viernes, 16 de octubre de 2009

Esperamos que os guste

Bienvenidos y bienvenidas a nuestro blog
¿Se preguntan que quiénes somos? Pues un grupo de personas que como mínimo tenemos tres características en común:
- residimos en Vejer de la Frontera (Cádiz)
- tenemos más de 18 años
- queremos aprender nociones básicas de informática e iniciarnos en la navegación por internet
¿Se preguntan que para qué creamos un blog? Pues para compartir nuestras experiencias en las clases de informática del SEP "Hazas de Suerte" de Vejer, y para usar y transmitir los conocimientos adquiridos.
¿Se preguntan qué necesita nuestro blog? Nuestro blog necesita que escribamos nuevas entradas contando nuestra experiencia en clase, pero además necesita vuestras lecturas y comentarios. Un blog se alimenta de los comentarios de las entradas, son el impulso que sirve para seguir creciendo.
Esperamos que os guste. Muchas gracias por vuestras lecturas y comentarios.